Editorial: Debolsilo
Páginas: 592
Autor: Brent Weeks
Trilogía: El ángel caído
Orden: Primer tomo
"Levántate chaval. Es hora de matar". Azoth es un huérfano criado en las calles con un único objetivo, escapar. No tenía demasiadas opciones para ello, es más, solo tenía una, hacerse aprendiz de Durzo Blint, el único hombre capaz de convertir la muerte en un arte. Sin embargo Druzo no acogía a nadie, tendría que convencerlo para que lo aceptase. Pero aprender a asesinar con el mejor que existe exige más que un duro adiestramiento. Tendría que cambiar de identidad y olvidar su pasado, incluidos a Muñeca y a Jarl. Tendría que aprender a moverse entre las sombras, saber todo sobre venenos y sus antídotos, ser el mejor con cualquier tipo de armas, pensar más rápido que cualquiera y disfrazarse sin levantar ningún tipo de sospecha. Además tendría que aprender todo sobre un mundo que en nada se parecía al suyo, un mundo de intrigas entre nobles, plebeyos y criminales.
Antes de leer este libro me lo pensé un poco ya que creía que no iba a tener demasiada calidad porque su autor escribió las tres partes de la saga el mismo año y supuse que eso interferiría en la historia para mal, pero para nada. Por lo menos en esta primera entrega.
Es un libro muy fácil de leer, pero aviso a navegantes, no es para gente sensible, nos adentramos en una trilogía que contiene partes muy crueles. Si no te importa este factor -a mí no me afecta- este es un libro para enmarcar, te deja con ganas de más. Además el final es totalmente inesperado, hay varios giros que favorecen a este hecho y que me encantan.
Puntuación: 9/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario