Reseña: Panteón

Editorial: Ediciones SM
Páginas: 942
Autora: Laura Gallego
Trilogía: Memorias de Idhún
Orden: Tercer tomo

Una aparente paz está instaurada en Idhún, pero no todo es lo que parece. Tras la batalla de Awa los pocos sheks que sobrevivieron han huido a las montañas, menos el pequeño grupo que desapareció tras la puerta dimensional. Todo parece que ha pasado. Sin embargo, en secreto, los szish están siendo entrenados y unos pocos elegidos tendrán que enfrentarse en una prueba, el vencedor tendrá un papel importante, o eso dice una hada. Pese a ser una sangre caliente ningún szish se atreve a contradecirla, en su mirada hay algo muy poderoso. Mientras tanto, el último unicornio agoniza después de que su cuerno fuera extirpado. Jack está a su lado todo el tiempo, aunque no alberga muchas esperanzas de que despierte. Por otro lado un ejército de dragones artificiales pilotados por diferentes razas prestan batalla sin descanso contra los últimos sheks que avistan en Idhún.

Sin ninguna duda en este último libro es en el que se decide todo. Los dioses y la magia tendrán un papel fundamental en el desarrollo de la trama. Puede que la aparición de los primeros, las consecuencias posteriores y la lucha que tienen que librar las diferentes razas para contenerlas sean lo más interesante del libro.

Por otra parte podemos ver a Jack en todo su esplendor, sin ataduras ni profecías a la que hacer frente. 

El tiempo de la historia que transcurre en la Tierra le resta mucha fantasía al libro -se podría haber desarrollado la historia de los sheks que pasaron por la puerta dimensional de otra manera-.

En sí la trama me gustó muchísimo, como también el final. Sin embargo, el final después de todas las batallas es un poco insulso. No me gustó nada, demasiado forzado.

Puntuación: 8/10